🟨 Capítulo 3: IA, propósito y reinvención
De contractor internacional a papá de dos
Me mudé a Holanda para seguir construyendo en Liberty Global: nuevos líderes, nuevas plataformas, nuevas culturas y mayores exigencias. Tuve suerte: caí en un equipo de alta confianza distribuido entre Holanda, Polonia, Serbia, Croacia y Reino Unido. Me empujaron, me enseñaron y elevaron el nivel del trabajo. Seguí aprendiendo. Al principio el inglés aún me costaba, pero entendí que no debía preocuparme: en este nivel la gente te ayuda y te guía. Lo importante es colaborar y comunicar con claridad, no hablar perfecto.
Y llegamos al presente…
Después de un año como contractor, Liberty Global me dijo que no habría más contratos. La alternativa era hacerme interno, con un paquete menor. No fue fácil. Durante ese tiempo nació mi segundo hijo: una nueva luz y también una nueva responsabilidad. En 2022, Liberty Global externalizó todo a Infosys y pasé a su nómina. Decidí quedarme. Fue una transición desafiante, pero a veces las mejores oportunidades vienen de cambios inesperados. En este mundo, muchos despliegues a producción se hacen de noche: se planifica para que nadie lo note y, aunque cansa y te pasa la cuenta, lo hago con orgullo porque es parte del oficio.
Project management: encontrar mi centro
Siempre me gustó lo técnico, pero con el tiempo descubrí que lo que realmente me apasiona es liderar proyectos complejos.
Organizar. Planificar. Comunicar. Resolver. Saber cuándo y a quién involucrar. Eso me sale natural.
Pero no me centro solo en eso. También me gustan los nuevos desafíos, liderar equipos en tareas complejas, diseñar propuestas, y estoy abierto a lo que venga. El project management es mi base, pero mi curiosidad y adaptabilidad me llevan a explorar territorios nuevos constantemente.
Ya no se trata de saberlo todo, sino de entender cómo funcionan las cosas y cómo conectar a quienes pueden resolverlo.
Actualmente, lidero proyectos emblemáticos de televisión, coordinando equipos offshore y transformando al equipo hacia una metodología ágil.
Trabajamos en sprints de dos semanas, registramos el esfuerzo con story points y tenemos reuniones de seguimiento regulares.
El desafío técnico es enorme: debemos cambiar todo el video headend de una empresa como Sunrise en Suiza, donde la exigencia de calidad y profesionalismo es máxima.
Hablamos de migrar más de 200 servidores: transcodificadores, packagers, backoffice, hardware y vendors. Es realmente complejo. Además hay que entregarlo a operaciones, construir el monitoreo, avances, planificar los cambios en producción, etc.
Y no solo eso: proyectos similares para Virgin Media en UK, o implementando publicidad sobre el video para nuestros amigos de VodafoneZiggo en Holanda.
Cada proyecto es único, cada desafío me hace crecer.
Puedo decirlo: me siento orgulloso del nivel que logré. No veo a los demás como competencia. Cuando ya estás en la primera liga, debes cooperar con ellos, aprender de ellos y sí, a veces pasar rabias, pero es parte del proceso. Todo el esfuerzo valió la pena.
Y mientras tanto… conocimos el mundo
Aprovechamos esta etapa para viajar, explorar, vivir. Conocimos lugares que antes solo veíamos en televisión. Cada ciudad, cada tren, cada mercado, fue parte de un aprendizaje familiar y profundo.
Recorrimos Croacia, Francia, República Checa, Alemania, España, Italia, Suiza, Luxemburgo, Bélgica, Irlanda. Cada destino fue una lección, una aventura y una oportunidad para crecer juntos. El Reino Unido y los países nórdicos siguen en la lista de pendientes para cuando podamos.
Y aunque sigo extrañando a los míos, entendí que la vida es así: Una suma de decisiones valientes.
40 años… y otra mitad por escribir
Probablemente estoy otra vez frente a un gran cambio. Decidí abrir este blog. Estoy construyendo mi propio startup. Y todo comenzó con la inteligencia artificial.
En solo dos años, la IA se convirtió en parte de mí. Una extensión de mi mente. Un copiloto.
Ahora no me freno porque algo me queda grande o no lo entiendo. Con IA, todo se puede explorar. Es lo que soñaba de niño.
Pero creo que hay algo más profundo. El hecho de vivir solo, con más tiempo para mí mismo, ha hecho que mi mente vuele y busque caminos para volver a casa. La distancia y la soledad me han dado espacio para pensar, para soñar, para planear.
Hoy tengo 40 años. Trabajo. Lucho. Vivo. A 15.000 km de lo que aún siento como casa. Con dos hijos y mi esposa. Y una nueva etapa por delante.
Pero esta vez no estoy solo en este viaje. Y eso me ha llevado a pensar en el futuro de una manera diferente.
No tengo un plan maestro ni una estrategia de contenido armada con IA. Esto es un diario digital que va creciendo conmigo.
Pero sí tengo un norte: quiero que este espacio sea más que un blog. Un lugar donde las ideas se conectan con la acción. Donde la tecnología, la innovación y la inteligencia artificial se cruzan con la vida real —la tuya, la mía.
Estoy creando varios proyectos. Uno de ellos es ViaMind Consulting, mi plataforma de servicios profesionales donde ayudo a empresas a integrar tecnología, automatizar procesos y adaptarse a un mundo que cambia todos los días.
Otro es NeuraPRO, una herramienta SaaS que desarrollé para pequeñas empresas, para que puedan manejar sus operaciones de forma simple y profesional, desde su teléfono. La estoy construyendo paso a paso, con pasión, dudas, y mucha IA como aliada.
Todo esto nace de un mismo sueño: usar la tecnología no solo para avanzar, sino para humanizar nuestro futuro.
Así que si algo de lo que lees aquí te inspira, te hace pensar o te da ganas de hacer algo… misión cumplida.
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Estoy abierto a conversar, colaborar o simplemente intercambiar ideas. La tecnología es más poderosa cuando se comparte.
Gracias por leer. Un abrazo.
— Claudio
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